Hoy comenzamos con una serie de patologías que afectan de manera habitual al colectivo de los corredores.
Aunque no son exclusivas de este grupo, un alto porcentaje de deportistas sufren en algún momento de su vida deportiva, alguna de estas patologías, que correctamente tratadas, se superán en un período corto de tiempo y sin secuelas para continuar al mismo nivel deportivo.
La primera de todas ellas, por ser una de las más comunes, es la tendinitis rotuliana, también llamada rodilla del saltador, jumper´s knee, entesitis rotuliana o rodilla del futbolista.
Recuerdo anatómico
En la parte anterior del muslo se encuentra el músculo cuadriceps, que está formado por cuatro vientres musculares (recto femoral, vasto externo, vasto interno y el vasto intermedio) y que tienen una inserción conjunta en el polo superior de la rotula en el llamado tendón del cuadriceps.
El tendón, en la parte inferior de la rótula o patela, toma el nombre de tendón rotuliano e inserta en la tibia.
La tendinitis rotuliana es la inflamación de este tendón que une la rótula desde su polo inferior y la tibia.
¿Por qué se produce la tendinitis rotuliana?
Se produce cuando se somete al tendón a estres de manera repetitiva. Suele ser más común en deportistas que practican saltos, aunque el principal causante de dicha lesión es la falta de elasticidad/flexibilidad de los músculos anteriores y posteriores de la pierna (cuadriceps e isquiotibiales).
El sobreentrenamiento, la realización de ejercicio en superficies duras, el sobrepeso, el uso de calzado inadecuado, errores en el entrenamiento o desequilibrios musculares, son algunos de los factores que influyen en la aparición de esta patología.
Síntomas
Dolor intenso en la parte posterior de la rótula o patela cuando se realiza ejercicio.
A medida que la patología se acentua, los síntomas se exacerban, el dolor se va haciendo cada vez más intenso y trás la actividad, se produce un dolor sordo y continuo.
Si se prolonga en el tiempo y se continua sobrecargando el tendón, éste puede llegar a romperse, haciendose necesaria la cirugía.
Tratamiento
El tratamiento debe realizarse por un fisioterapeuta. El diagnostico y tratamiento precoz son fundamentales en la recuperación de la lesión.
En las primeras fases seguiremos un tratamiento conservador:
- Disminución o eliminación de cualquier actividad deportiva, especialmente aquellas que impliquen saltos o impactos.
- Aplicación de hielo para disminuir la inflamación, durante 10-15 minutos al día.
- Cyriax: masaje transverso profundo, que se aplica en tendones o ligamentos. Realizado por fisioterapeutas.
- Estiramiento de la musculatura de la pierna. No solo debemos estirar la musculatura flexora y extensora de muslo y cadera. El fisioterapeuta realizará un estudio de la movilidad articular y del trabajo de los diferentes grupos musculares de toda la pierna, incluyendo pie y cadera.
- Fortalecimiento muscular: potenciación de la musculatura con ejercicios de contracción excentrica. Con esto lograremos una disminución del dolor frente a la contracción concentrica, una mayor potenciación muscular y una mayor resistencia del tendón a la tracción. La intensidad y la frecuencia deberán variarse a medida que evolucione la lesión y deben ser controlados rigurosamente por el fisioterapeuta.
- Otras terapias que pueden complementar las anteriores son: aplicación de corrientes TENS, ultrasonido,
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